“El Gobierno deberá decidir
si da por terminada la Fase 2 (permitiendo remonetizar la economía) o va a la
dolarización endógena que suele mencionar Milei”, sintetizó este jueves el
informe de la consultora 1816 las opciones de política económica al hacer una
nueva evaluación de lo que considera el éxito de la política económica. La
decisión entre reactivar o dolarizar determinará quiénes serán los ganadores
del modelo que dominará la política y la economía en la década y dará forma a
la nueva estructura social de Argentina.
La
dolarización implica congelar la actual foto de distribución del ingreso, con
un sector exportador de bienes primarios que obtendrá los grandes beneficios y
el resto de la economía en lenta agonía, fundamentalmente la industria pero también
las economías regionales. Según el último informe del Estimador Mensual de
Actividad Económica (EMAE) en lo que va del año la actividad extractivista se
incrementó 6% mientras cayeron la actividad de la construcción 18%, la
industria 6,7% y el comercio mayorista y minorista 7,9%. La dolarización
implicaría congelar este nivel de dstribución de la actividad económica.
El informe
de 1816 que se difundió este jueves considera que ir a un modelo de acumulación
de reservas del BCRA, que plantea como mejor opción el mercado y es la visión
que predomina en el Fondo Monetario Internacional sería “lo más convencional (y por eso parece ser el escenario más
probable)” pero aclara que en esta etapa de la estabilización financiera “es
difícil descartar que el Presidente quiera cumplir su promesa de campaña” de
dolarizar la economía.
“Una
dolarización endógena (cuyo fin último sería eliminar para siempre la emisión
de pesos) enfrenta varios desafíos en la transición, entre otras cosas porque
las tasas en pesos estarían muy presionadas al alza si es que el dólar no se
adopta masivamente (y muy pronto) para compras de bienes y servicios y para
operaciones de crédito”, advirtió la consultora.