La administración de
Javier Milei podría enfrentar cargos de corrupción vinculados a una serie de
irregularidades en el proceso de licitación para la concesión en el dragado,
balizamiento y peaje de la Red Fluvial del Paraná, la llamada hidrovía, cuyos
resultados deberían conocerse este miércoles.
La Procuración de
Investigaciones Administrativas (PIA), a cargo de Sergio Rodríguez y Esteban
Venditti, dictaminó que todo el proceso careció de mecanismos de transparencia.
Concluyó que hubo un direccionamiento explícito para favorecer a la belga Jan
De Nul y excluir competidores internacionales, no hubo un dictamen fidedigno de
la comisión evaluadora y no se realizaron los estudios de impacto ambiental
correspondientes.
La casta mileista quedó
al descubierto. La PIA develó los agujeros normativos vinculados a la falta de
medidas para prevenir actos de corrupción. “La cláusula redactada no parece
garantizar la transparencia ni el cumplimiento por parte del Estado Argentino
de las obligaciones asumidas en las Convenciones en materia de lucha contra la
corrupción. Todo lo contrario”, puede leerse en el dictamen.
Desde la Procuración
especializada indicaron a El Destape que esperarán a la decisión del Estado
nacional –sobre la apertura de los sobres– para evaluar otros posibles pasos a
seguir. En sus conclusiones, los fiscales fueron contundentes: “Del estudio del
expediente administrativo surgen elementos suficientes para advertir serias y
evidentes irregularidades en la redacción de los pliegos del procedimiento. Lo
cual, en lógica consecuencia, conducirá inevitablemente a un procedimiento y
posible adjudicación pasibles de reproches administrativos y/o penales”.
Aguas turbias sobre el
Paraná
La vía fluvial
Paraná-Paraguay, cuyos 3.442 km llegan al corazón de América del Sur, forma
parte de una unidad económica, productiva y demográfica denominada Cuenca del
Plata cuyos territorios comparten Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y
Bolivia.
En el caso de la
Argentina, en toda la red fluvial del Paraná se ubican 79 puertos (entre públicos
y privados), que en toda su extensión atraviesan siete provincias (Formosa,
Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires).
En noviembre de 2023,
el Gobierno de Alberto Fernández le había entregado la planificación de la
navegabilidad sobre esta cuenca al cuerpo de ingenieros del Ejército de los
Estados Unidos, tal como reveló El Destape en mayo del año pasado luego de
realizar un pedido de acceso a la información pública. Con la casta libertaria
en la Casa Rosada, se aceleró la entrega tras la rúbrica del Acta de inicio de
dicho acuerdo, concretado el 7 de marzo de 2024.
El acta que dio inicio
del acuerdo entre el Estado nacional y el Ejército norteamericano establecía,
como ejes centrales del trabajo de cooperación, la “recuperación de tierras;
diseño de políticas públicas hídricas, investigación y desarrollo en temas vinculados
a la navegación y dragado; visitas e intercambio de personas o equipos de
personas en las áreas técnicas relacionadas con el Memorándum.”
El avance
norteamericano sobre la Hidrovía tuvo un movimiento similar en Paraguay pero
con una diferencia. En el país vecino, el Memorándum fue sometido a la votación
del Senado; en la Argentina, avanzó como una suerte de acuerdo entre privados.
“Argentina se encamina a profundizar un modelo de extranjerización y entrega
que ha consolidado el dominio del capital extranjero en todos los eslabones de
nuestro comercio exterior y su logística. De este modo, el sistema portuario,
el dragado del río, los buques y barcazas que transportan las cargas y hasta el
control del acceso al Río de la Plata, seguirán en manos extranjeras”, sostuvo
el investigador Luciano Orellano, autor del libro “Argentina sangra por las
barrancas del río Paraná”.
El llamado a la
licitación internacional se concretó el 20 de noviembre del año pasado,
precisamente en el día de la Soberanía Nacional. Nada era casual. El jefe de
Gabinete, Guillermo Francos, había sido el encargado de brindar el anuncio
junto a Luis Zubizarreta, CEO de la francesa Dreyfus y presidente de la Cámara
de Puertos Privados Comerciales. También estaba presente el titular de la
Cámara que nuclea a las grandes cerealeras (CIARA CEC), Gustavo Idigoras.
“El Estado decidió
correrse del todo sobre un área estratégica desde lo comercial y geopolítico
para dejarla en manos de las grandes cerealeras y del Comando Sur de los
Estados Unidos”, sostuvo el diputado santafesino Carlos Del Frade (Frente
Amplio por la Soberanía), en diálogo con El Destape.
Las irregularidades
detectadas por la PIA
El dictamen de la
Procuración de Investigaciones Administrativas fue contundente. Tras analizar
todos los documentos vinculados al proceso licitatorio concluyó que, de no
mediar una modificación de todo el proceso, la administración Milei podría ser
sometida a reproches administrativos y penales.
A continuación, las
principales objeciones de la PIA.
-Una mayor competencia
aumenta las probabilidades de la Administración de poder contratar en mejores
términos. Se incorporaron requisitos y restricciones para participar sin
haberse explicado debidamente el porqué de tales decisiones.
-Esta Procuraduría no
observa en el expediente documentación alguna que acredite fehacientemente la
idoneidad de la comisión evaluadora, ni de los miembros titulares de la
comisión ni de los suplentes, circunstancia que resulta imprescindible.
-En esta línea, la PIA
sostuvo que dichos “técnicos”, de apellido Cherubini, Devincenzi y Sofio ya
habían torcido el tablero en favor de Jan De Nul en un proceso licitatorio
similar ocurrido en 2022, el cual quedó desierto.
-Las empresas que
denunciaron una exclusión arbitraria de la licitación fueron la belga Dredging
International (DEME), la compañía dinamarquesa Rohde Nielsen y también
oferentes chinos, a pedido explícito de la Embajada norteamericana.
-Sobre China, el pliego
incluía un artículo que decía lo siguiente: queda excluida toda persona
jurídica que sea controlada, directa o indirectamente por Estados soberanos o
agencias estatales, en el capital, en la toma de decisiones o de cualquier otra
forma. De este modo, empresas como Shanghai Dredging Co., filial de la China Communications
Construction Company (CCCC), quedaron afuera de la compulsa.
-Plazo de la concesión:
la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables se limitó a poner
en conocimiento que el plazo estimado de la concesión cuyo trámite de licitación
se tramita de 30 años, sin que exista análisis ni ponderación de ese plazo. No
surge justificación alguna de cómo se arribó a él ni su conveniencia.
-El plazo por
concesionar puede ser a 10 años, tal vez 15, tal vez una prórroga de 5 años,
pero no hay ningún fundamento para considerar plazos mayores.
-Sobre la cláusula
anticorrupción: el artículo 17 del Pliego establece que será causal de rechazo
inmediato de la oferta o de rescisión del contrato el dar u ofrecer dinero,
cualquier dádiva o ejercer cualquier tipo de coacción o presión para que un
funcionario con competencia en la licitación haga o deje de hacer algo relativo
a sus funciones. Hasta ahí, todo legal. Sin embargo, el pliego continúa con lo
siguiente: “Si el contrato hubiera tenido principio de ejecución, podrán
reconocerse al Concesionario las prestaciones sobre la base de los principios
del enriquecimiento sin causa.
-¿Responde a un
principio de justicia -y transparencia- indemnizar al sujeto activo -directo o
indirecto del hecho corrupto, siendo que su propio accionar irregular es quien
origina la anulación del vínculo contractual? La cláusula redactada en los
términos indicados, no parece garantizar la transparencia ni el cumplimiento
por parte del Estado Argentino de las obligaciones asumidas en las Convenciones
en materia de lucha contra la corrupción. Todo lo contrario”, concluyó la PIA.
El Destape