Locales Dolor en el motociclismo argentino: falleció Julio “La China” Segovia, leyenda del CAM
17/04/2025
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El histórico piloto saenzpeñense murió este 16 de abril tras luchar con secuelas de un ACV. Su legado sobrevive en cada curva del circuito que lo vio brillar desde 1978.
El motociclismo argentino está de luto. Julio Melchor “La China” Segovia, ícono eterno del Campeonato Argentino de Motociclismo en óvalos de tierra (CAM), falleció en la tarde del martes 16 de abril en Roque Sáenz Peña, Chaco. Tenía una historia ligada al motociclismo desde lo más profundo del alma y un legado que quedará grabado a fuego en cada relato de las pistas que recorrió con pasión, coraje y talento.
“La China”, como todos lo conocían en el ambiente motor, formó parte del CAM desde su creación, allá por 1978. Ese mismo año se consagró campeón en la final de la 200cc libre preparación disputada en Carcarañá el 30 de julio. Su rendimiento fue brillante: fue segundo en Santa Clara de Buena Vista y tercero en San Carlos Sud, alcanzando el subcampeonato en la categoría más prestigiosa del certamen.
Durante 1979, sumó siete podios entre las categorías de 100 y 200 libres, destacándose en escenarios como Venado Tuerto, San Guillermo, Morteros, Carcarañá y nuevamente Santa Clara de Buena Vista. En 1980, la revancha tocó a su puerta: ganó la final de 200 libres en Santa Clara de Saguier el 5 de octubre, tras haber perdido agónicamente en la línea de llegada, tan solo dos semanas antes, en Santa Clara de Buena Vista. Ese año también subió al podio en Freyre, Selva, San Guillermo y Morteros.
En 1981 brilló en Brinkmann y Morteros, y al año siguiente, en Marull. Su moto siempre tuvo el toque artesanal y comprometido de su hermano “Yento”, responsable de la mecánica y fiel compañero de ruta.
Aunque su participación en el CAM fue disminuyendo con el tiempo, nunca se alejó del todo. Regresó en 1993 al certamen que lo vio nacer como piloto, esta vez a bordo de un 200cc propiedad de Abel Traggiai. Más allá del campeonato, su nombre se convirtió en sinónimo de lucha, entrega y amor por el motociclismo. También cosechó múltiples victorias en competencias fuera del CAM, lo que agrandó aún más su figura.
A fines de marzo, un accidente cerebrovascular afectó su salud, dejándolo con dificultades para hablar y mover uno de sus brazos. Permaneció internado en terapia intensiva de un sanatorio saenzpeñense, con signos de evolución alentadores que incluso le permitieron pasar a una sala común. Sin embargo, un virus intrahospitalario complicó su cuadro en los últimos días, y su corazón, que había resistido tantas batallas, no pudo más.
La leyenda se apagó, pero su historia seguirá rugiendo en cada pista de tierra. Julio “La China” Segovia fue más que un piloto: fue un símbolo de una época dorada, un referente indiscutido y un ejemplo de humildad y perseverancia.
Sus restos son velados en Cochería Acordem, ubicada en calle 16 entre 11 y 13 de Sáenz Peña, y recibirán cristiana sepultura este miércoles.
Buen viaje, campeón. Que tengas una ruta ligera y una aventura emocionante allá donde vayas. ¡Hasta siempre, China Segovia!
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