Casi como si no interesaran las
noticias que brindan oportunidades a las potencialidades escondidas de Chaco,
ninguno de los 176 candidatos a diputados provinciales ha prestado atención a
las demandas de arenas de gran calidad en el marco del crecimiento del complejo
Vaca Muerta que hace un lustro marca el rumbo del crecimiento verdadero de la
Argentina y que tanto nos desvela a los chaqueños hace cinco décadas, dadas
nuestras aspiraciones de recibir gas domiciliario por red.
La arena se utiliza en Vaca Muerta
para el proceso de fractura hidráulica (fracking), un método para extraer
petróleo y gas de esquisto. La arena, generalmente sílice, actúa como un
agente de sostén para mantener abiertas las fracturas en la roca. Las
operadoras de Vaca Muerta, como YPF, Vista Energy y Phoenix Global Resources,
utilizan arenas de cercanía para reducir costos y mejorar la eficiencia
logística, pero en los últimos meses han surgido análisis de estos métodos por
cuanto la granulometría de las mismas, están lejos de alcanzar los niveles de
sostén de las arenas de los ríos del litoral, marco en el cual surgen
oportunidades para el desarrollo de estrategias que nuestros políticos, ni
empresarios han percibido.
Durante 2024 el consumo de arenas ha
rondado los 4 millones de toneladas. De manera que la previsión de crecimiento
para este 2025, se estima en un 25 % para totalizar una demanda del orden de
las 5 millones de toneladas, y llegar al 2030 a un consumo superior a las 13
millones de toneladas anuales, con lo que es fácil deducir que tanto las
extractoras santafecinas y entrerrianas destinaran gran parte de sus
extracciones a ese mercado cuasi cautivo, dejando una brecha de alto impacto
para que Chaco encare proyectos de expansión para este vital producto en la
industria de la construcción.
Sea para atender la cartera que estará
insatisfecha en las citadas provincias como así evitar que en el orden local
surjan momentos de escasez, la oportunidad está a un paso, máxime si se
tuvieran presentes las recomendaciones de los principales estudios sobre cómo
darle estabilidad operativa al Puerto de Barranqueras y encontrar soluciones al
indómito comportamiento del Rio Bermejo.
Como se recordará en 1995, a través del
estudio EVARSA y en 2008, mediante el informe de la Facultad de
Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral para la
Administración Provincial del Agua se recomendó evitar grandes dragados, y
encarar obras de mantenimiento permanente para que la navegabilidad fuera
estable. Es decir, una receta casi mágica para que la minería del rio sea viable
y fundamentalmente sostenible.